miércoles, 10 de noviembre de 2010

Imaginacion y Creatividad

En su texto, Imaginar y crear Gianni Rodari plantea la importancia de la imaginación y la creatividad como elementos esenciales en el desarrollo de nuestro procesos como lectores y escritores y como herramientas aliadas para los maestros y estudiantes a la hora de construir la verdadera educación en la escuela.
Por esto muestra de ello, a continuación algunos textos que surgen de la unión de esos dos elementos mencionados anteriormente:

LA PROMESA

I. Acercamiento

Ella se encontraba sentada allí, en una mesa, junto a la ventana del lugar, observando a sus amigos que en pareja salieron a la pista de la discoteca a bailar. De pronto, se sintió observada por un joven que entraba con su amigo, era el hombre que jamás ella se había imaginado conocer: tenía cosas tan comunes que a la vez lo hacían interesante: un hombre de unos 20 años más o menos, de estatura media, de tez blanca, cabellos oscuros que contrastaban con su blanco y perfilado rostro, sus labios rojos, pequeños, que dejaban entrever su blanca dentadura. Su sonrisa fue en lo primero que ella se fijo, pues daba sensación de paz, armonía y simpatía. Las dos miradas se cruzaron en el transcurso en que él se ubicaba en otra mesa e inmediatamente sintieron algo inexplicable: una atracción indescriptible. Sin embargo, los dos disimularon: ella continúo mirando a sus amigos mientras se tomaba una copa de vino y el se sentó con su amigo mientras entablaban una conversación dando tiempo a que el mesero se acercara a tomar su pedido.

En un momento sonó una nueva canción y él se puso de pie, y se acercó a la mesa de la joven quien mientras tanto observaba la hora en su reloj cuando él le extendió su mano y le dijo en un tono muy suave, mirándola fijamente:-¿bailamos? Alzó su rostro y después de unos segundos de silencio donde solo hablaron las miradas al compás de la música le contestó:-¡si! Se puso de pie y se dirigieron hacia la pista comenzando a bailar. Él un poco temeroso en voz entre cortada pregunto:-¿cómo te llamas? Ella contestó:-Azul. Él le repuso: -¿en serio? ¡Que nombre tan raro!, como mi color favorito.- Exclamó. Ella sonrió. Entonces ella repuso:- ¿y tú? ¿Cuál es el tuyo?-Dante-dijo él. Ella continuo-¡Ah! Dante, como el de la Divina Comedia. -Si contestó él- ni más ni menos. En ese momento se terminó la canción y él le dio las gracias. Ella le dijo que debía irse. Y entonces él le pidió su número telefónico; ella se lo dicto mientras el lo anotaba en su teléfono. Él se quedó ahí parado mirando fijamente mientras ella se acercaba a su mesa, tomaba su abrigo y salía con sus acompañantes; ya en la puerta le hizo una sonrisa y una señal de adiós.

Después de esto él se acercó a la mesa donde estaba su amigo y este le dijo:-¿qué pasó?-Nada-replicó Dante, más bien brindemos. ¿Sabes? esa chica baila muy bien y me da la impresión de como si la conociera de antes, tal vez en otra vida, no lo sé (…)-Si tu lo dices-afirmó su amigo y allí se quedaron sentados conversando.

II. ¿Almas Gemelas?

Azul era una joven tímida, que estudiaba en la universidad bellas artes; vivía con sus padres, le gustaba tocar el violín, era una mujer muy agraciada, simpática pues todo el tiempo aunque no hablara estaba sonriendo, sus cabellos eran color castaño oscuro de piel blanca ojos muy grandes y expresivos, extrema delgadez. Era una mujer que en su mayoría tenía amigos hombres pues le resultaba más fácil entablar relaciones con ellos que con las mismas mujeres. Dante por su parte, vivía con su abuela materna ya que su padre, un hombre árabe, conoció a su madre y se casaron muy jóvenes, pero cuando Dante nació ella murió, entonces su padre quiso volver a su país de origen con el niño, pero su abuela materna le pidió que se lo dejará ya que era lo único que tenía de su hija. Entonces el padre accedió; viajó solo y se radicó de nuevo en Arabia, manteniendo un contacto directo de hablar por teléfono todos los días, conectarse a Internet y viajar a visitar a su hijo. Dante era estudiante de ingeniería de sonido, era un hombre carismático, muy humano, muy caballeroso, con una presencia que de primera impresión parecía de imponencia pero que al tratarlo reflejaba su gran sensibilidad. Su adoración era su abuela y sentía gran pasión por el baloncesto. Siempre afirmaba que tanto su abuela como el baloncesto jamás lo habían traicionado y eran los verdaderos amores de su vida; a diferencia de Azul era un joven demasiado sociable.

III. Casualidad

La vida de cada uno transcurría en sus rutinas diarias…pero en cada uno quedó después de ese primer encuentro en la discoteca la inquietud por el otro: Azul recordaba su encuentro con Dante y los pensamientos le asaltaban pues se sentía impactada por aquel sujeto de quien sólo conocía su nombre. Entre tanto, Dante se sentía atraído por Azul y quería saber todo de aquella mujer; pensaba en la posibilidad de un futuro encuentro, sabía que tenía su número telefónico pero no se animaba aún a llamarla. De pronto iba un día saliendo de la universidad muy apurado pues tenía entrenamiento de baloncesto, cuando se estrelló con una joven chica. Esta le dice -¡oiga tenga más cuidado! y al levantar la mirada se da cuenta que es Azul quien se queda mirándolo e inmediatamente lo reconoce -¿tú no eres Dante?-si- le responde -¡Hola! todo pensé menos encontrarme contigo por aquí-le dice Dante -lo que ocurre es que yo estudio aquí en la facultad de artes-responde Azul -¿y tú? , Yo también estudio aquí-respondió Dante.- ¿Ves? ¡Que casualidad!-continúo. El silencio y las sonrisas nerviosas se manifestaron de inmediato. De pronto, después de unos segundos Dante le dijo-parece que el destino se empeña en hacernos encontrar. Azul prorrumpió-Tal vez cuando uno desea que pase algo con ansiedad puede pasar, ¿no lo crees?-Tal vez- finalizó Dante. Ninguno de los dos quería terminar el encuentro pero Dante de pronto miró su reloj y le dijo-me tengo que ir pero prometo llamarte. Fue un gusto verte. Y se alejó corriendo para no llegar tarde a su entrenamiento. Azul se quedó allí. Expectante recordando que en sus sueños había visto a Dante, hasta que reaccionó y se marchó a sus clases. Asistió a sus clases y saliendo de la universidad sonó su teléfono: era Dante. Ella sintió una felicidad inexplicable. Él le dijo que la invitaba a tomar un café y ella aceptó.

IV. El Encuentro

Llego el día de tan anhelada cita, se encontraron en un café cercano a la universidad. Ese día como nunca, Dante llegó muy puntual, se sentó en una mesa junto a la entrada del lugar esperando pacientemente a que llegara Azul. Entonces ella entró. En ese instante el sintió que era la mujer más hermosa que había visto y que lo sabía desde el principio pero que en ese encuentro lo estaba corroborando: sin conocerla ni saber quien era sentía una inexplicable sensación de fascinación. Por su parte, ella, sentía una atracción inmensa y sintió que estaba frente a un ángel pues él en su apariencia física reflejaba un espíritu de paz y tranquilidad. Después de contemplarse uno al otro al instante, Azul se sentó, pidieron dos bebidas y empezaron a hablar durante toda la tarde contándose su vida; pasadas las horas se dieron cuenta que ya era muy tarde y entonces se despidieron con la promesa de volver a verse de nuevo. Así transcurrió el tiempo y tomaron por rutina encontrarse en el café a dialogar sobre cómo habían estado sus días y como iban sus vidas o a veces se saludaba y cruzaban algunas palabras en la universidad hasta que poco a poco se fueron dando cuenta que la atracción era más evidente, que sentían algo más el uno por el otro, tal vez en el fondo los dos lo sabían desde el primer momento pero ninguno tomaba la iniciativa de decirlo. Hasta que un día como de costumbre decidieron encontrarse después de clases en el café. Ese día Dante iba decidido a decirle a Azul lo que sentía, entonces empezaron a conversar y en ese momento entró un vendedor de manillas y le dijo a dante que le comprara una manilla a Azul y entonces Dante le preguntó a Azul que cuál le gustaba; ella escogió una manilla en cuero gruesa, que tenía unos apliques que dejaban ver la figura de un ángel difuminado en color azul y blanco. Dante la tomó, pago al vendedor y entonces tomo la mano de Azul y le dijo-Mira quiero que siempre lleves esta manilla puesta y quiero hacerte una pregunta ¿quieres ser mi novia? ella esperaba con ansiedad ese momento tanto que le respondió -¡por supuesto!!! Casi no te animas, pensé que me tocaría a mí. Él se acercó a ella y con un beso selló ese mágico momento; después de poner la manilla le dijo:- el día que tú no tengas la manilla será porque ya no estoy en tu vida. Llévala puesta siempre y sabrás que yo estoy contigo siempre… y vamos a prometer estar juntos y si tenemos que morir, moriremos juntos.

V. Presentimiento

Así paso 1 año de relación donde cada día los detalles, el cariño, la amistad, los problemas, el afecto iban consolidando el amor, la confianza y la solidez en la relación. Dante todos los días recogía a Azul después de sus clases de violín o viceversa ella lo esperaba a él después de sus entrenamientos y la acompañaba hasta su casa. Azul siempre tenía la costumbre de llamar a casa de Dante para ver cómo había llegado. Ese día Dante como siempre la acompañó. Azul, se había levantado con un presentimiento de que algo malo iba a pasar, sin embargo decidió no hacerle caso a su intuición, se negó a si misma pensar en eso pero permaneció así con esa impresión, trato de disimularlo. Habían entablado una empatía y una relación tan estrecha que uno podía sentir lo que al otro le estaba sucediendo, Dante le preguntó que era lo que le ocurría y ella argumento que se sentía como con cierto estado de intranquilidad y susceptibilidad pero que no le hiciera caso. La despedida fue extraña ella le dijo que tuviera cuidado y le dijo que no olvidará que ella lo amaba demasiado; él por su parte le dijo lo mismo y que el iba a estar bien, que no estuviera nerviosa; se dieron un abrazo y él se marchó caminando mientras ella lo observaba por la ventana. Haciendo señas con su mano le dijo que la llamaría apenas llegara a casa.

VI. La Búsqueda

Ella se acostó esperando su llamada, sin embargo él nunca la llamó. Ella pensó que tal vez se había encontrado con algún amigo o algo así y decidió esperar al día siguiente, sin embargo no podía quitar esa sensación de que algo no estaba bien.

Al día siguiente sonó el teléfono muy temprano, Azul se disponía a salir para la universidad cuando del otro lado era la abuela de Dante quien le dijo que si ella no estaba con él. Que se encontraba muy preocupada ya que el siempre avisaba a donde se encontraba. Ambas se quedaron desconcertadas, y acordaron buscarlo: empezaron por llamarlo pero su teléfono estaba apagado; llamaron a todos y a cada uno de sus amigos y ninguno lo había visto; llamaron al padre para averiguar si de pronto se había comunicado con él. De hecho, éste les dijo que había tratado de comunicarse pero que no le contestaba y al instante viajo para buscar a su hijo; fueron a la universidad, al sitio de entrenamiento de baloncesto y nadie daba razón de él… parecía que se lo hubiera tragado la tierra. . Entonces dieron parte a las autoridades quienes iniciaron su búsqueda… pusieron avisos con su foto en las calles, averiguaron en hospitales, mandaron e-mails, en estaciones de policía, hasta estuvieron en morgues para identificar entre los cadáveres si alguno era Dante; agotaron todos los recursos y nadie daba razón de él. La angustia se apoderaba de Azul pues su presentimiento se hacia realidad.

VII. La Tragedia.

Después de casi 2 meses, llegó a casa de Dante un investigador de la fiscalia a notificarle a la familia que habían encontrado en un hospital a las afueras de la ciudad a un joven que poseía las mismas características pero que estaba en estado muy crítico. Aparentemente el día en que salía de casa de Azul unos delincuentes quienes se le acercaron, le pidieron que les diera todas sus pertenencias amenazándolo con un arma corto-punzante. Como él se rehusó lo golpearon, lo doparon con escopolamina y lo subieron en un carro con destino desconocido. Una mujer que pasaba cerca de una carretera hacia las afueras de la ciudad lo encontró y él no recordaba nada, sólo repetía insistentemente “Debo llamar a Azul”.De inmediato lo llevó a aquel hospital pero como no tenía documentos pues todas sus pertenencias habían sido robadas y además cayó en estado de inconciencia los médicos decidieron dejarlo allí y dar parte a las autoridades. Al escuchar esta versión Su padre y abuela solicitaron ir a reconocerlo y efectivamente parecía ser él. De inmediato la abuela se comunicó con Azul para que llegará al hospital donde se encontraba Dante pero cuando ella llegó ya era demasiado tarde: él había fallecido victima sobredosis de escopolamina. Tal vez sólo estaba esperando a que sus seres queridos estuvieran con él pues había abierto los ojos había lanzado una mirada a su padre, a su abuela y en un suspiro pronunció entre voz entrecortada “Azul” y murió. Cuando ella entró, todavía su cuerpo estaba tibio. Estaba pálido, y tenía moretones en sus muñecas y en su rostro de los golpes que le habían propinado sus captores... Se acercó a él y empezó a acariciar sus cabellos, su rostro y se echo a llorar. Sus padres, la abuela y el padre de Dante al ver esa escena tan triste y conmovedora se quedaron allí en la puerta observando entre sollozos. Azul no aceptaba la muerte de Dante además había recordado el pacto que habían hecho el día que se habían hecho novios… “Vamos a prometer que estaremos juntos siempre y si tenemos que morir moriremos juntos”.Entonces salió de la clínica desconsolada, quería estar sola; no sabía qué hacer, se sentía un poco culpable porque si él no la hubiera acompañado y hubiera hecho caso a sus presentimientos tal vez no hubiera ocurrido esa tragedia “había perdido a Dante”. Ahora no sabía enfrentarse sola al mundo, no podía concebir el hecho de no volver a estar tal vez con la única persona que la entendía y la amaba tal y como era ella. No tenía la fuerza para superar esto...Llegó a su casa empezó a sacar fotos, detalles, recuerdos con Dante, se sentó sobre su cama mientras los observaba; las lágrimas se deslizaban por sus mejillas y entonces tomó una navaja de bolsillo que tenía en su tocador, se quitó la manilla que Dante le había regalado, le dio un beso, la dejo sobre la cama y después de esto cortó las venas de sus muñecas. Sus padres llegaron a casa después de estar en la clínica con Dante y su familia. Golpearon en la puerta de su habitación y cuando entraron la encontraron desangrada. Se acercaron a ella muy angustiados para ver si aún estaba viva pero ya no había nada que hacer, había muerto. Las dos familias la de Dante y la de Azul tuvieron que enterrar a sus hijos cumpliendo sin saber con el pacto que éstos habían hecho un día: “vamos a prometer estar juntos y si tenemos que morir, moriremos juntos”.

A una memoria

Era una mujer hermosa, y muy joven cuyo nombre no interesa…

Salió un día de su casa a pasear por el parque. Se sentó en una banca de pino verde, junto una de las tantas piletas de agua que adornaban dicho parque.

Se sentó, a contemplar observando fijamente cada uno de los de hombres, mujeres, niños, jóvenes, ancianos que pasaban frente a ella, mientras el tiempo transcurría.

De pronto empezó a cerrar sus ojos y sintió que su cuerpo empezaba a resbalar suavemente como una pluma por la banca y se encontró sumida en un sueño muy profundo…

Cuando despertó y observó hacia todas partes vio que efectivamente, ya no estaba en el parque, se encontraba en el balcón de una casa muy antigua con una escalera enorme, ella no recordaba nada; pronto un hombre se acercó a ella quien estaba en el piso tirada le tomo el rostro entre sus manos y dándole un beso en su frente le dijo – Amor mío no sabes cuánto te he extrañado… la mujer muy sorprendida lo observó pero ni siquiera recordaba su nombre…guardo silencio unos minutos y le preguntó al hombre -¿Quién eres? ¿Quién soy y por qué estoy aquí?

Él la miro fijamente, la besó e inexplicablemente ella se sintió tan atraída por el que ese beso se transformó en la unión de dos cuerpos que se entregaron uno al otro…pronto la madrugada llegó. Ella despertó y encontró a su lado a aquel hombre, a quien le latía muy fuerte su corazón y podía sentir su cálida respiración. Muy asustada se puso de pie, se vistió, abrió la puerta con sigilo, bajo las escaleras rápidamente, abrió la puerta y corrió y corrió hasta llegar de nuevo a la banca del parque. Se recostó en posición fetal…y se volvió a sumir en un sueño.

A las tres de la tarde despertó…Cuando abrió sus ojos lo primero que vio fue aquel hombre con quien había estado la noche anterior, quien le tendía su mano, mano que portaba un anillo con un pendiente negro, al ver este la mujer recordó todo: él era el hombre del que estaba tratando de escapar porque la mantenía cautiva, porque su amor enfermizo no quería que ella estuviera con alguien más que no fuera él.

Para un amigo

¨Dios está siempre de buen humor… es el manantial que soy¨ Me fascina eso!

Tú has compartido conmigo un trocito de tu vida y hoy me pides que te diga algo. No, esta vez voy a darte una orden: Sé Feliz!

Solo los problemas nos enseñan a ser fuertes. Solo el optimismo nos enseña a mirar el mañana con confianza. Solo soñando podemos establecer la realidad y vivirla.

La vida es un ¨dueto¨ maravilloso de posibilidades y de fragilidades…construimos metas reconociendo y superando nuestras dificultades!!

Ante ti están los caminos….¨sabiduría es poder discernir cuál es el camino…integridad es tomarlo¨ dijo algún magnifico ser humano y hoy es para ti!

Por eso… sé plenamente feliz!! La vida es un lapso muy corto de la eternidad, ¿por qué desperdiciarla si siempre de la más oscura noche sigue un hermoso amanecer?

Por eso para ti ¨que el sol brille cálidamente sobre tu cara, y que Dios te guarde en la palma de su mano¨

El pastel de honestidad

Ingredientes:

100 gramos de conciencia

50 litros de sinceridad

½ taza de lealtad

½ libra de voluntad

Preparación:

Tome la refractaria del pensamiento, enharínela con los 100 gramos de conciencia, mezcle la sinceridad, la lealtad y la voluntad hasta formar una masa consistente; llévela al horno del corazón a 300 grados centígrados durante 45 minutos. Cuando se cumpla el tiempo dejar enfriar y servir acompañado con un dulce de amor.

Coctel de valores

Ingredientes:

1 libra de honestidad

¼ de responsabilidad

1 cucharadita de humildad

3 cucharaditas de autoestima

1 pizca de respeto

100 gramos de amor

½ taza de espiritualidad

1 tarrito de leche de integridad para decorar

Preparación:

En la licuadora de la razón, mezcle la honestidad, responsabilidad, humildad, autoestima; para endulzar aplique la pizca de respeto y la ½ taza de espiritualidad; licuar durante 2 minutos de paciencia, verter en la copa teniendo en cuenta colocar primero una capa de libertad y personalidad . Para decorar agregar a la mezcla el batido de la leche de la integridad; llevar al refrigerador del corazón por un 3 instantes. Sacar y disfrutar.

Advertencia: para que cause efecto de embriaguez tomarlo junto con un traguito de perdón para que sane el alma.

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